Psic. Licia López Carrillo
El gesto de indiferencia o la apariencia de que nada sorprende es el look de hoy, demostrar demasiada intensidad o apasionamiento por algo no es “in” o podría ser visto como “naco”. Al preguntarle a un joven ¿cómo está? O ¿cómo le va? Es habitual escuchar; “X”, como una definición de una postura de hartazgo que se refleja en los gestos y actitudes de una sociedad apática que se encuentra ensimismada en sus rutinas. Rafael Mejía en su artículo; vacío existencial, un mal contemporáneo, nos habla de ese gran número de personas que agobiadas por su diario vivir tienen la sensación de una vida sin sentido; en sus propias palabras experimentan un “vacío” que les resta energía.
¿Qué es el vacío existencial?
Para Marcos Murueta Reyes, presidente de la Asociación Mexicana de Alternativas en Psicología, el vacío existencial es “la sensación de falta de sentido, de tedio, de no saber para que se vive lo cual lleva al aislamiento y al deterioro de la relación con la familia y la sociedad” , asegura el especialista en Psicología y Filosofía por la UNAM, que esta sensación se relaciona con crisis emocionales desencadenadas por sufrir frustraciones en forma continua, incapacidad para concretar propósitos individuales y realización de actividades rutinarias que dejan poco espacio a la creatividad. Pero se debe, sobre todo, a la falta de afecto y de relaciones sociales enriquecedoras. El paciente con este problema experimenta habitualmente estados de angustia, es decir; momentos de alteración, tensión o ansiedad sin que haya algo que los provoque; la persona siente que le preocupa todo, pero a la vez nada en específico. En épocas anteriores esta sensación iba de la mano con el proceso de la vejez, sin embargo el catedrático menciona que es notable que en fechas recientes se haya elevado la sensación de agobio en personas con 25 años o menos y que las tasas de problemas psicológicos y suicidio en este sector poblacional se hayan incrementando en todos los países, al parecer porque la globalización genera la sensación de encontrarse ante una maquinaria social de la cual ni siquiera se siente parte, la cual ha sido impuesta. A diferencia de sus similares de los años 1950 a 1970, que eran emocionalmente más fuertes y creían que podían cambiar al mundo, los jóvenes de 1980 a la fecha dan la impresión de experimentar una sensación de depresión generalizada y de impotencia que se acentúa poco a poco.
un enfoque diferente al vacio existencial, como bien dices ahora se comienza a experimentar en adolescentes que ven como fuera de onda mostrar pasion ante algo, se esta conviertiendo en un problema ganeracional, los chavos ahora son en su mayoria apaticos, con las emociones adormiladas... la gran pregunta es como revertir esto? como inyectar vida en ellos??
ResponderEliminardificil custionamiento..¿como hacer que las nuevas generaciones no tengan esa apatia? bien, creo que son muchas las respuestas y quizá todas de expertos.Lo que puedo compartirte de mi experiencia como maestra es que estos jóvenes buscas modelos a seguir con capacidad de compromiso...en el caso de maestros, individuos que tengan convicciones, vamos que tengan una postura determinada ante la vida. Qé les invitena cuestionarse sobre la vida a la busqueda de una filosofía de vida. Esto despierta en ellos la intensidad y el apasionamiento..sin embargo me pregunto; ¿la sociedad adulta y los gobiernos estan listos para lidiar con jóvenes despiertos y capacesde cuestionar?
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