Psic. Licia López Carrillo
Desde una perspectiva de salud mental, el consumismo desmedido que estimula y promueve el modelo económico actual, es considerado un problema. Incluso algunos especialistas relacionan su origen a la personalidad narcisista, un modelo de conducta egocéntrica y egoísta que normalmente se inicia a comienzos de la edad adulta y que combina una intensa necesidad de admiración con una falta de empatía hacia los demás.
Los modelos publicitarios
Un objetivo importante de la publicidad es promover en cierta forma el narcisismo del consumidor, debido a que el individuo narcisista se considera la estrella protagonista de su vida y ven a los demás como personajes secundarios, suelen tener una fuerte insensibilidad y una dificultad de goce lo cual le hace buscar constantemente nuevos estímulos. Estas características lo hacen la presa idónea para las novedades y campañas de publicidad.
Los sociólogos consideran que la necesidad de exhibirse, destacar y de gratificarse constantemente es la base del consumo de masas. Según investigaciones, el narcisismo es más común en hombres que en mujeres, en adolescente que adultos, en americanos que en europeos. Sin embargo es una tendencia humana universal que es fomentada por ciertos factores del entorno, tal como lo hace la publicidad, que ofrece productos para la autosatisfacción y la ostentación personal descalificando valores trascendentes como el altruismo.