Psic. Licia López Carrillo
La adversidad plantea siempre un obstáculo en la vida, vida que a los humanos nos gusta imaginar perfecta si solo no existieran los problemas o complicaciones. Sin embargo como todo, lo que rodea la existencia del hombre tiene alguna utilidad incluso aquellos momentos difíciles que nos llenan de temor, la adversidad puede forjar en el carácter humano habilidades excepcionales que fortalecerá una actitud permitiendo tomar la vida con intensidad y autosatisfacción
Las enseñanzas del tesón y el esfuerzo eran llevadas de forma rústicas por las generaciones pasadas en donde todo implicaba un esfuerzo que finalizaba en el alcance de una meta, la perseverancia era un rasgo de carácter que se valoraba. Los niños y los jóvenes tenían que "ganarse" los privilegios o las diversiones extras, todo tenía que ser proporcional a un esfuerzo. De estas adversidades surgían mentes tan perseverantes que no renunciaban fácilmente a sus sueños, metas o ideales.
En la actualidad la niñez y la juventud de hoy es acusada, de entre muchas otras cosas, de apática e incapaz de salir de su zona de confort. La baja tolerancia a la frustración esta fuertemente relacionadas a la crianza actual en donde se puede todo, se tiene todo y sin ningún esfuerzo real. G. Lipovesky en su libro; la era del vacío, nos habla de esta civilización de la abundancia que forja caractéres blandos e inconsistentes, fáciles de manipular pues se rigen por la ley del mínimo esfuerzo y de la persecución una meta inmediata. La recompensa fácil, el éxito rápido, sin disciplina y sin esfuerzo se han vuelto los ídolos de hoy, formando generaciones que fácilmente renuncia a sus sueños e ideales y los cambia sin sentido ni justificación.
Es frecuente ver a padres angustiados ante la desidia de sus hijos, su indiferencia y falta de proyecto de vida, en la mayoría de los casos temen que sea una depresión y en algunos casos lo es, pero no por motivos bioquímicos e incluso no de gravedad emocional. Tristemente lo que a muchos de estos jóvenes sucede es el hastío por la saciedad del exceso de estímulos y recompensas sin sentido ni esfuerzo que los satura y les hace perder a muy temprana edad el espíritu de lucha que se requiere para encontrarle el verdadero sentido a la vida.
Lectura accesible de temas cotidianos. Una visión psicológica que brinda una perspectiva alternativa para reflexionar.
lunes, 28 de enero de 2013
miércoles, 23 de enero de 2013
Modelos a seguir
Hace unos días mientras veía una cantidad interminable de anuncios publicitarios en la televisión, me sorprendió uno en particular. Quizá por que no la veo mucho, quizá por que en realidad el anuncio era diferente. Observe como en el inicio una mujer joven y delgada ama casa se arreglaba para salir, de pronto un alter ego con una indumentaria audaz y moderna le decía; " te reto a ...." acto seguido ella se deslizaba al mas puro estilo Marie Poppins por el barandal de su escalera residencial. Mientras una voz subconsciente y atractiva junto con una música que prometía aventura exponía que la vida con emociones intensas era deseable y casi necesaria, ofertaba que ser intrépido y correr riesgos generaba felicidad. Todo esto en el marco de un guión que nos mostraba a la protagonista retándose a estacionar su camioneta de tal forma que habría hecho quedar mal hasta la ultima versión de Misión Imposible. Ya me estaba yo preguntando si no tendría que darle un mayor sabor a la vida tirándome de un paracaídas o realizando un deporte de esos que llaman " extremos", cuando veo que nuestra heroína comercial habiendo tomado todos esos retos y emociones solo los podía superar en intensidad sentándose delante de una maquina traga monedas del casino que anunciaba su publicidad.
Me quede atónita. Lo que ese anuncio vendía era la glorificación de la imagen de un ser humano que solo puede tener intensidad y aventura sentado horas delante de una máqMuina en un lugar cerrado y sin comunicarse con nadie, y en cuyo escenario real el único riesgo sería perder la quincena o en su caso más grave desarrollar una ludopatía ( adicción al juego). Era el medio día, esto me llevo a reflexionar que dicho estereotipo, nada saludable pero extraordinariamente maquillado para hacerlo deseable, estaba llegando a toda y cada una de las casas que sintonizaban ese canal. Y siendo que ante la crisis mundial de figuras creíbles y solidas con valores la televisión a ocupado el lugar de escaparate de modelos a seguir , no pude más que horrorizarme.
La idea de un ser humano sedentario y con una conducta compulsiva como el nuevo significado de la intensidad de la vida me pareció triste. De ahí la extraordinaria responsabilidad que tienen los modelos cercanos a niños y jóvenes. Pues al observar a padres, familia y maestros en conductas constructivas y sanas se podrá enseñar a las nuevas generaciones los verdaderos significados de la vida sana y armónica.
Me quede atónita. Lo que ese anuncio vendía era la glorificación de la imagen de un ser humano que solo puede tener intensidad y aventura sentado horas delante de una máqMuina en un lugar cerrado y sin comunicarse con nadie, y en cuyo escenario real el único riesgo sería perder la quincena o en su caso más grave desarrollar una ludopatía ( adicción al juego). Era el medio día, esto me llevo a reflexionar que dicho estereotipo, nada saludable pero extraordinariamente maquillado para hacerlo deseable, estaba llegando a toda y cada una de las casas que sintonizaban ese canal. Y siendo que ante la crisis mundial de figuras creíbles y solidas con valores la televisión a ocupado el lugar de escaparate de modelos a seguir , no pude más que horrorizarme.
La idea de un ser humano sedentario y con una conducta compulsiva como el nuevo significado de la intensidad de la vida me pareció triste. De ahí la extraordinaria responsabilidad que tienen los modelos cercanos a niños y jóvenes. Pues al observar a padres, familia y maestros en conductas constructivas y sanas se podrá enseñar a las nuevas generaciones los verdaderos significados de la vida sana y armónica.
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