Psic. Licia López Carrillo
Cada
día es más común escuchar sobre las dificultades para encontrar un compañero(a)
de vida y formar pareja, la percepción de muchos hombres y
mujeres se torna más seria al
observa los porcentajes de rupturas y divorcios que existen. Se habla de diferentes causas, desde el
muy mencionado individualismo, la disminución de la tolerancia hasta el
feminismo que permite a la mujer ser autosuficiente económicamente no aceptando
situaciones que antes hubiese tolerado.
Sí, hay
muchas causas, pero poco se habla
de una muy presente que
individuos adultos en búsqueda de pareja reportan como una sensación de
no cubrir las expectativas; “no ser lo que se debe”, “estar en desventaja”, “no
ser lo que se busca”, estas expresiones sintetizan lo que hoy en día agobia a
quienes buscan compañía. Los
modelos cotizados que la sociedad establece como arquetipos
de lo que se desea crea parámetros muy rígidos que deja de fuera a un gran
porcentaje de la población a la que pertenece la gran mayoría de los “simples
mortales”.
Estas vidas
ensalsadas de celebridades y
excesos materiales crean un anhelo de reconocimiento, de “tener” lo que esta
IN para ser POPULAR y no lo que
esta OUT para no ser un LOOSER. El
cambio de los valores de nuestra sociedad
también ha trasformado lo que hoy en día es un “buen partido”, pues los
hombres mencionan que no es suficiente ser trabajador, fiel, honesto o
tratarlas bien ya que una cartera abultada, amigos influyentes o un auto último
modelo son más atractivos para ellas. Las mujeres dicen que ya no importa tener
principios morales, ser trabajadoras, tener metas o ser “decentes” como les
decía su mamá, puesto que un
cuerpo voluptuoso, una postura permisiva ante el alcohol y la infidelidad dan
mayor resultado.
Debido a
estos cambios hay un nutrido grupo de la población que se encuentra con el
desolador paisaje que implica no tener con claridad que buscar y a quien
aceptar como pareja.
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